Reflexión del Día - Septiembre 28 de 2020
Listen to "Ep. 171 | SEP:28:2020 Lunes 26ª Semana del Tiempo Ordinario" on Spreaker.
♰ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas 9, 46-50 ♰
En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante. Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo: “El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado. El más pequeño de ustedes es el más importante”.
Juan tomó la palabra y dijo: “Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir”. Jesús le respondió: “No se lo impidan; el que no está contra ustedes está a favor suyo”.
Juan tomó la palabra y dijo: “Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir”. Jesús le respondió: “No se lo impidan; el que no está contra ustedes está a favor suyo”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Bueno, pues en esta oportunidad nos encontramos a estos discípulos del Señor, muy preocupados por saber quién es el mayor entre ellos. Creo que si miramos un poco el grupo humano siempre hay uno o unos pocos que mandan y que en definitiva son los importantes ¿no? Esta gente ocupa los primeros puestos y tienen muchos servidores a su disposición, y quieren llamar la atención, ser tenidos en cuenta; el Señor conoce el corazón y por ello previene sencillamente a través de un ejemplo de un niño.
Porque si hay alguien en esta vida que nos da ejemplo de sencillez, naturalidad, pues son los niños; ¿quién si no ellos? Son el ejemplo auténtico de humildad de espíritu. Por eso, recibir a un niño en medio de nosotros significa acoger en nuestro corazón todas las virtudes que él representa.
Y del mismo modo, si queremos llegar al Señor, pues no nos queda otro camino más que el de la humildad, el de la sencillez, el del servicio desinteresado en nuestro prójimo; y ese camino se hace siendo pequeños, sin vanidad, sin presunción delante del prójimo, no. Todo lo contrario, entre más grandes, más pequeños; entre más estemos elevados en la sociedad, que se note el servicio. María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y les acompañe siempre. Un abrazo fuerte, feliz día.
Porque si hay alguien en esta vida que nos da ejemplo de sencillez, naturalidad, pues son los niños; ¿quién si no ellos? Son el ejemplo auténtico de humildad de espíritu. Por eso, recibir a un niño en medio de nosotros significa acoger en nuestro corazón todas las virtudes que él representa.
Y del mismo modo, si queremos llegar al Señor, pues no nos queda otro camino más que el de la humildad, el de la sencillez, el del servicio desinteresado en nuestro prójimo; y ese camino se hace siendo pequeños, sin vanidad, sin presunción delante del prójimo, no. Todo lo contrario, entre más grandes, más pequeños; entre más estemos elevados en la sociedad, que se note el servicio. María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y les acompañe siempre. Un abrazo fuerte, feliz día.
Padre Manuel Penagos