♰ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas 6, 43-49 ♰
En aquel tiempo decía Jesús a sus discípulos: "No hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno. Por ello, cada árbol se conoce por su fruto. Porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca.«¿Por qué me llaman: `Señor, Señor' y no hacen lo que les digo? «Todo el que venga a mí y oiga mis palabras y las ponga en práctica, les voy a mostrar a quién es semejante: Es semejante a un hombre que, al edificar una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre roca. Al sobrevenir una inundación, rompió el torrente contra aquella casa, pero no pudo destruirla por estar bien edificada. Pero el que haya oído y no haya puesto en práctica es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin cimientos, contra la que rompió el torrente y al instante se desplomó y fue grande la ruina de aquella casa.»
Palabra del Señor.
Reflexión
Bueno pues hay un lenguaje hoy simple en el Evangelio de San Lucas, y pues nos habla de esa realidad de la autenticidad, no solo del cristiano auténtico (no es un logro de santos), sino de la persona auténtica que se muestra pues tal cual es, que se autodesafía para llevar una vida cada vez más coherente. Y eso es lo que necesita el mundo hoy. Ahí en el Evangelio nos encontramos también con aquello que el Evangelista habla...Jesús sobre la dimensión del tesoro de la bondad que todos llevamos en el corazón y “por sus frutos los vamos a conocer” ¿no?, por sus gestos, por lo que se dice con su boca, por lo que oye, por su actuar externo. Y hoy el Señor nos dice “vengan a mí y escuchen mi Palabra, practíca con fidelidad, no tengas miedo, tienes que aprender a poner tu corazón en el mío para que tu vida sea bella, para que haya felicidad”. Yo creo que muchas veces, reiteradas veces, el papa le habla eso a los jóvenes: “Arraigados y edificados en Cristo. Tienen que ser firmes en la fe”. Una fe como la que vemos en el “Sí” de María, una fe firme, simple, profunda. Un “Sí” no solo de boca, sino de corazón. Así que tienes que escuchar la voz del Señor y dar ese fruto bello y hermoso, como lo dice la Santísima Virgen María que fue su hijo Jesús y que llevó en su vientre.
Hoy pienso en ti; hoy pienso en tanta gente que, de una u otra manera, busca esa coherencia. Y le pido al Señor que les permita dar frutos generosos, como árboles plantados junto al río. Y le pido a la Santísima Virgen María que, en lugar donde tu estés, te permita echar raíces del río de la Vida: Jesucristo. María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y te acompañe siempre. Que tengas un bonito día, un abrazo.