Listen to "Ep. 156 | SEP:10:2020 Jueves 23ª Semana del Tiempo Ordinario" on Spreaker. ♰ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas 6, 27-38 ♰
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “A los que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, bendigan a los que los maldicen, oren por los que los injurian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Traten a los demás como quieren que ellos los traten. Pues, si aman solo a los que los aman, ¿qué mérito tienen? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacen bien solo a los que les hacen bien, ¿qué mérito tienen? También los pecadores lo hacen.
Y si prestan solo cuando esperan cobrar, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo. ¡No! Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada; tendrán un gran premio y serán hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos. Sean compasivos como su Padre es compasivo; no juzguen, y no serán juzgados; no condenen, y no serán condenados; perdonen y serán perdonados; den, y se les dará: les verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que usen, la usarán con ustedes”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Hablar de la vida… la vida es un tiempo para merecer; en el cielo ya no se merece sino que se goza de la recompensa. Nunca se van a adquirir méritos en el purgatorio; en el Evangelio de hoy, Jesus nos enseña que las obras del cristiano tienen que ser superiores a las de los paganos para obtener esa recompensa grande, esperada y sobrenatural. Muy atento a lo que el Señor hoy nos dice: que si amamos a los que nos aman, pues qué mérito tenemos; y dice el Señor que los pecadores aman a quienes los aman. La caridad debe abarcar a todos los hombres, no tiene que haber ninguna limitación, y no solo tiene que extenderse quienes nos hacen el bien o a los que nos caen bien porque para esto no sería necesario la ayuda de la gracia; también los paganos aman a quienes los aman.
No hay nada más hermoso que poder escuchar nuevamente en el corazón, el mandamiento del amor: ámense los unos a los otros. Nosotros no trabajamos en vano, el cristiano no trabaja en vano. Así que, la más pequeña obra de cada día, ofrecida al Señor es un mérito y con ella -bendito sea mi Dios- alcanzo grandes cosas para mi vida. Cada acto en virtud del querer de Dios, una recompensa que supera los honores y toda la gloria que el mundo pueda ofrecernos, pues eso es lo que vamos a merecer. Así que te invito a cumplir tus deberes con un alma de gracia y con el anhelo de la vida eterna, y te invito a procurar y a ofrecer todo al Señor.
Hay que aprovechar todas las oportunidades para ayudar a tanta gente en su camino al cielo. Yo le doy gracias al Señor porque puedo ayudarte a través de este momento, a través del Evangelio diario y de la pequeña reflexión que hacemos. Me alegro y me regocijo porque juntos podemos sentir que esta palabra transforma las vidas. Que nuestra Madre nos ayude a pensar en el cielo y a enderezar nuestros pasos hacia él. María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y te acompañe siempre. Un abrazo fuerte, feliz día.