Listen to "Ep. 149 | SEP:03:2020 San Gregorio Magno" on Spreaker. ♰ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas 5, 1-11 ♰
En aquel tiempo, la gente se agolpaba alrededor de Jesús para oír la Palabra de Dios, estando Él a orillas del lago de Genesaret. Vio dos barcas que estaban junto a la orilla; los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió a una de las barcas, la de Simón, y le pidió que la apartara un poco de tierra. Desde la barca, sentado, enseñaba a la gente. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: “Rema mar adentro, y echen las redes para pescar”. Simón contestó: “Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes”.
Y, puestos a la obra, hicieron una redada de peces tan grande que reventaba la red. Hicieron señas a los socios de la otra barca, para que vinieran a echarles una mano. Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo: “Apártate de mí, Señor, que soy un pecador”. Y es que el asombro se había apoderado de él y de los que estaban con él, al ver la redada de peces que habían cogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: “No temas; desde ahora serás pescador de hombres”. Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
Reflexión
En este pasaje del Evangelio nos encontramos que hay una excusa ¿verdad? Una excusa por el cansancio, por la frustración de no haber pescado nada, unas redes lavadas para la noche siguiente; quizás la inoportunidad de la hora, pero hay algo que le da sentido a lo que no tiene fruto, -al cansancio, a la frustración- y es la mirada de Jesús. Y esa palabra de Jesús es lo que hace que estos hombres, Pedro y sus compañeros discípulos, se embarquen de nuevo.
Tú y yo, cuando nos parece que todo ha fracasado, cuando encontramos motivos para abandonar todo, no hay que olvidar que tenemos que volver a escuchar la voz de Jesús que nos dice “rema mar adentro, vuelve a empezar, reinvéntate de nuevo en mi nombre”. Y el Señor siempre nos acompaña en la barca; nosotros solamente necesitamos algo que es muy sencillo y es docilidad; y poner en práctica los consejos que hemos recibido en el momento de la confesión, en la dirección, o en la vida espiritual.
Y Pedro se adelanta en el lago con Jesús en su barca y se da cuenta de que las redes están repletas de peces. Yo creo que este pasaje tiene muchísima enseñanza; por la noche en ausencia de Cristo, pues la labor es estéril. Y lo mismo sucede con las labores que nosotros hacemos día a día; si no contamos con el Señor, pues vamos a tener obras estériles. Pedro es un pescador, y hay una cosa sencilla acá, y es la humildad en la cual él se fia de la palabra de Jesús que no tenía experiencia en su oficio. Así que, te invito a fiarte de la palabra que da vida. María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y te acompañe siempre. Un abrazo fuerte, feliz día.