Reflexión del Día - Octubre 23 de 2020

Desde siempre, los hombres se han interesado por el tiempo, por el clima; y especialmente lo hacen los marinos, los agricultores para tener un pronóstico en función de sus tareas. Y mire que hoy en Evangelio pues el Señor advierte a los hombres que saben prever el clima, pero no saben discernir las señales abundantes y claras que Dios envía para que conozcan que ha llegado el Mesías. Y no hay que dudarlo: el Señor sigue pasando cerca de nuestra vida, con muchísimas referencias. Y cabe el peligro de que, en alguna ocasión, no lo reconozcamos; el Señor se hace presente en la enfermedad o en la tribulación, en las personas con las que trabajamos o en las formas que hay en nuestra familia, en las buenas noticias esperando que le demos las gracias. Y mire que nuestra vida sería bien distinta si fuéramos más conscientes de la presencia divina. Y creo yo que desaparecería la rutina, el mar humor, las penas, las tristezas si viviéramos confiados en la providencia divina. Es un día para pensar, es un día para llenarnos de la confianza en el Señor. Y todos vamos por el camino de la vida hacia el juicio. Qué bonito sería aprovechar ahora para olvidar tantos agravios y rencores, por pequeños que sean. Que descubramos los signos que nos señalan la presencia de Dios en nuestra vida. Y cuando llegue el momento del juicio, que todos estemos con el corazón vigilante y dispuesto... y preparado. Que nuestra Madre Bendita nos ayude a saber esperar, a saber tener paciencia y a ser humildes.María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y te acompañe siempre. Un abrazo, feliz día.