Reflexión del Día - Octubre 22 de 2020

Muy bien, una vez más es el Señor el que nos pone esta palabra ¿verdad? Un poco, a veces, complicada de entender. Pero el Señor manifiesta a sus discípulos el celo apostólico que le consume: “El fuego he venido a traer a la tierra”, eso es lo que nos dice el Señor hoy. Y adentrándonos un poquito en la exégesis y en la explicación de este texto, San Agustín dice que los hombres que creyeron en Él, comenzaron a arder; recibieron la llama de la caridad. Inflamados por el fuego del Espíritu Santo comenzaron a ir por el mundo y a inflamar, a su vez, a tanta gente. Así que somos nosotros quienes hemos de ir ahora por el mundo con ese fuego de amor, con ese fuego de paz que encienda a otros en el amor a Dios y que purifique sus corazones. El fuego que Jesús ha traído a la Tierra es el mismo, es la caridad, ese amor que no solo une el alma a Dios, sino a las almas entre sí. Y yo creo que hoy es un buen día para considerar en nuestra oración si nosotros propagamos a nuestro alrededor el fuego del amor de Dios. María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y te acompañe siempre. Un abrazo fuerte, feliz día.