Listen to "Ep. 179 | OCT:07:2020 Bienaventurada Virgen María del Rosario" on Spreaker. ♰ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas 11, 1-4 ♰
Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos”. Él les dijo: “Cuando oren digan: ‘Padre, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos deje caer en la tentación’”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Es muy oportuno darnos cuenta de la profundidad de esta oración. Yo creo que en estas peticiones hay tal sencillez que un niño las entiende; cuando tu y yo nos acercamos a esta oración, como que el Padre nos dice “hijo mío, tú siempre estas conmigo y todo lo mío tuyo es”. Y hay que tener claro que ninguna de las tristezas o de nuestras necesidades le deja indiferente al Padre Dios; si tropezamos, Él está atento para sostenernos o levantarnos, y eso es lo maravilloso en la profundidad de esta oración: descubrir que Dios siempre está. ¡No se ha ido!
En esa conversación que podemos tener, tan cercana de persona a persona, cara a cara en el secreto de la casa, en esa humildad como la del publicano, siendo constante sin desánimo como la del amigo inoportuno, pues así tiene que ser nuestra oración. Por qué no le decimos en este momento: Padre mío, enséñame a tratarte con confianza filial; gracias por ser mi Padre, gracias porque tengo también el derecho de llamarte Padre. María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y te acompañe siempre. Un abrazo fuerte, feliz día.