Reflexión del Día - Octubre 02 de 2020

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♰ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 18, 1-5.10 ♰

En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: “¿Quién es el más importante en el Reino de los Cielos?”. Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: “Les aseguro que, si no vuelven a ser como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ese es el más grande en el Reino de los Cielos. El que acoge a un niño como este en mi nombre me acoge a mí. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque les digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial”.
Palabra del Señor.

Reflexión

Bueno, pues hoy tenemos la particularidad de cómo Jesús ve en los niños esos rasgos, esas actitudes esenciales para alcanzar, para lograr el cielo; y hay que partir de algo muy esencial y es que el niño vive con plenitud el presente y nada más. La enfermedad tuya, la enfermedad mía es vivir con excesiva inquietud por el mañana y olvidamos lo importante del presente, lo llenamos de un vacío impresionante; y es lo que tenemos que aprender a vivir con una intensidad propia. Hay que aprender a decir “yo no esperaré el mañana; yo voy a vivir el momento presente colmándolo de amor, aprendiendo a amar a los míos”.

Por eso el presente es tan radical, el pasado y el futuro en este momento no tienen ningún valor; lo que tiene valor y que trasciende es el presente. Una vez la Madre Teresa de Calcuta escribió algo y es que decía ella que lo más importante no es el número de acciones que hagamos, sino la intensidad del amor que le podemos poner a cada acción. Yo creo que podemos estar preguntándonos cómo llegar a esta intensidad de amor en el momento presente; hay que vivirlo cada minuto como el último de mi vida.

Siempre que vamos a la celebración de la Santa Misa, en la sacristía de aquí del seminario, hay un letrerito que dice “sacerdote celebra esta Eucaristía como si fuera la primera y la última de tu vida”. Así tienes que vivir tu vida, minuto a minuto y dejar todo lo que es accesorio; concentrarte sólo en lo esencial: cada palabra, cada gesto, cada conversación telefónica, cada decisión es la cosa más bella de mi vida y reserva para todos tu amor, tu sonrisa. Tengo miedo de perder un segundo viviendo sin sentido a la vida. Así que para ti el momento más bello es el momento presente; tantos que seguramente lo viven a prisa, no. Hay que vivir en la plenitud del amor de Dios; tu vida tendrá sentido, tu vida será maravillosa si logras vivir esos momentos.

Miren que el niño carece de todo sentimiento de suficiencia, necesita constantemente de sus padres y el niño lo sabe; es fundamentalmente un ser necesitado. Así tenemos que ser delante de nuestro Padre Dios, como un ser que es todo necesidad; y tenemos que hacernos interiormente como un niño siendo mayores. Eso nos puede resultar una tarea bastante difícil ya que requiere fortaleza en la voluntad, ya que requiere abandono en Dios y este abandono, pues que lleva consigo una inmensa paz y sólo se consigue cuando quedamos indefensos ante el Señor.

Hay que renunciar a la soberbia, a la autosuficiencia, hay que reconocer que nosotros solos nada podemos porque necesitamos de la gracia del poder de nuestro Padre Dios para aprender a caminar, para aprender a perseverar en el camino. Ser pequeños exige abandonarnos como se abandonan los niños, creer como creen los niños y pedir como piden los niños. María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo desciende sobre ti y te acompañe siempre. Ángel de mi guarda, mi dulce compañía; no me desampares ni de noche ni de día, hasta que me pongas en paz y alegría con Todos los Santos Jesús, José y María. Un abrazo, feliz día.
Padre Manuel Penagos
Publicado el 1 Oct, 2020
¡Meditemos!
Agradezco que estés aquí porque
este proyecto no sería nada sin ti.

Padre Manuel Penagos

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