Listen to "Ep. 62 | JUN:08:2020 Lunes 10ª Semana del Tiempo Ordinario" on Spreaker. ♰ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 5, 1-12 ♰
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».
Palabra del Señor.
Reflexión
Leemos en el Evangelio del día de hoy: -bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia-. Yo noto algo aquí, especial, y es la urgencia por parte de Dios para que sus hijos tengan esa actitud con sus hermanos. Y nos dice que la misericordia con nosotros guardará proporción con la que nosotros ejerzamos, con la medida que midamos seremos medidos. Y entonces abrá proporción, no igualdad, pues la bondad de Dios supera todas nuestras medidas; aun grano de trigo corresponderá un grano de oro.
¿Recuerdan la historia que hace unos días les contaba de Tagore? A nuestro saco de trigo, un saco de oro. Por los cincuenta denarios que perdonamos, los diez mil talentos, una fortuna incalculable que nosotros debemos a Dios; pero si nuestro corazón se endurece ante las miserias y flaquezas ajenas, más difícil y estrecha será la puerta para entrar en el Cielo, para encontrar al mismo Dios. Y no hay que olvidar que quien desea alcanzar misericordia en el Cielo, debe practicarla en este mundo.
Y por esto, ya que todos deseamos la misericordia, pues, actuemos de manera que ella llegue a ser nuestro abogado en este mundo, para que nos libre después en el futuro. Hay en el Cielo una misericordia a la cual se llega a través de la misericordia terrena. María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y te acompañe siempre. Que tengas un bonito día.