Reflexión del Día - Julio 31 de 2020

La falta de fe de esta gente, es como termina el Evangelio del día de hoy. La falta de fe de aquella gente. Y yo creo que es muy importante tomar conciencia, a la luz del Evangelio que acabamos de escuchar, como el Señor nos ha regalado la fe. Esa fe que nos sostiene en los momentos difíciles, en los momentos de crisis, en los momentos de duda y también, por supuesto, en los momentos cotidianos de cada día de alegría. Yo he experimentado eso día a día, y ahora más en ésta época en la que pues tengo una responsabilidad; en la cual el Señor me ha exigido mucho. Y me ha llamado a la fe más; y le pido al Señor “aumenta mi fe” “Dame Señor esa capacidad, como seguramente hace unos días en la Primera Lectura del día domingo pasado, escuchábamos pues esa bonita intervención de Dios a Salomón: “Pídeme lo que quieras”; y Salomón le dice: “Señor solamente dame sabiduría. No te pido nada más para gobernar a tu pueblo”.

Es la fe que nos sostiene. Es lo que tenemos que aprender a pedirle al Señor; el resto vendrá por añadidura (se lo aseguro). Y hay que caminar, hay que vivir de ella y también contagiar a aquellos que la han perdido, o a aquellos que no conocen a Jesús. Y te invito hoy a que asumas el reto, porque hay que dar gracias al Señor por todas esas personas que nos han transmitido la fe: tu abuelo, tu abuela, tu mamá, algún sacerdote, nuestros padres, la comunidad, la Iglesia, nuestra parroquia. Y pidamos por cada uno de ellos y sigamos contagiando la fe que hemos recibido. María, auxilio de los cristianos ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y te acompañe siempre. Un abrazo fuerte. Feliz día.