♰ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 13, 18-23 ♰
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Oigan lo que significa la parábola del sembrador: Si uno escucha la palabra del Reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino.
Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que la escucha y la acepta en seguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y, en cuanto viene una dificultad o persecución por la Palabra, sucumbe.
Lo sembrado entre zarzas significa el que escucha la Palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas la ahogan y se queda estéril. Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la Palabra y la entiende; ese dará fruto y producirá ciento o sesenta o treinta por uno.
Palabra del Señor.
Reflexión
Queridos amigos, es una muy bonita oportunidad encontrarnos hoy, junto a la palabra; sentarnos junto al Maestro y desear que nos enseñe. Esto me recuerda el Evangelio del día de hoy: la siembra que hace el Señor en nuestros corazones y también el fruto de acuerdo como está el terreno. El terreno, sin duda pues, es el corazón. Ese corazón que puede tener tierra fértil o como se describe aquí en la parábola, puede ser que esa semilla caiga en diferentes terrenos. En terreno pedregoso, o al borde del camino, y quizás también puede ser que caiga en medio de las espinas, en donde la palabra es ahogada; las preocupaciones del mundo, la seducción de la riqueza.
El mundo hace que esa palabra pierda su fuerza, no porque no la tenga internamente, pero sí porque esa palabra de Dios necesita de nuestra aprobación, de nuestra libertad, de nuestra apertura para poder recibirla y vivirla. Total, creo que es un momento oportuno porque el Evangelio nos invita a revisar el corazón; cómo estamos escuchando, cómo estamos guardando ese mensaje de Dios en el alma, en la vida. Y creo que es un momento oportuno para pedirle al Señor la gracia de tener un corazón con tierra fértil, dispuesto a escucharlo siempre y a jugarnos la vida por su Reino.
Encomendémonos hoy, a nuestra Madre Bendita, ella que fue tierra fértil, que fue buena tierra, que aceptó, pues nos ayude a tener hoy, esta pequeña disposición. María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y te acompañe siempre. Un abrazo. Feliz día.