Listen to "Ep. 91 | JUL:07:2020 Martes 14ª Semana del Tiempo Ordinario" on Spreaker. ♰ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 9, 32-38 ♰
En aquel tiempo, llevaron a Jesús un endemoniado mudo. Echó al demonio, y el mudo habló. La gente decía admirada: “Nunca se ha visto en Israel cosa igual”. En cambio, los fariseos decían: “Este echa los demonios con el poder del jefe de los demonios”. Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, anunciando el evangelio del Reino y curando todas las enfermedades y todas las dolencias. Al ver a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: “La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rueguen, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Caminaba un montañero hacia un refugio de alta montaña. El sendero subía más y más y, en ocasiones, resultaba difícil dar un paso; el frío azotaba su cara, pero el lugar era impresionante por el gran silencio que allí reinaba y por la belleza del paisaje. El refugio, sencillo y tosco, resultó muy acogedor. Muy pronto observó que, sobre la chimenea, estaba escrito algo con lo que se identificó plenamente: -Mi puesto está en la cumbre-. Allí está también nuestro sitio: el tuyo, el mío, junto a Cristo, y es el deseo continuo de aspirar a la santidad en el lugar donde estamos: en el trabajo, en la casa, en teletrabajo; bueno, y a pesar de conocer bien el barro del que estamos hechos, las flaquezas y los retrocesos, no hay que olvidar que nuestro sitio está junto a Cristo.
Y también tenemos que saber que el Señor nos pide esfuerzo pequeño a diario, la lucha sin tregua contra las pasiones que tienden a tirarnos al piso, el no pactar con los defectos, con los errores. Lo que nos hará perseverar en este combate es el amor, el amor profundo al Señor, a quien buscamos incesantemente. Y otra cosa muy bonita: la santidad no tiene la rigidez del cartón: sabe sonreír, sabe ceder, sabe esperar. Es vida: vida sobrenatural. Por eso en esta oportunidad no hay nada más hermoso que pedir a la Madre Santísima que nos enseñe todos los días a que nunca nos falte la sinceridad de reconocer a su hijo día a día. María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y te acompañe siempre. Un abrazo, feliz día.