Reflexión del Día - Julio 05 de 2020
Listen to "Ep. 89 | JUL:05:2020 Domingo 14ª Semana del Tiempo Ordinario" on Spreaker.
Primera Lectura:
De la profecía de Zacarías 9, 9-10
¡Alégrate, ciudad de Sion! ¡Grita de júbilo, Jerusalén! Mira a tu rey que viene a ti defendido por Dios y victorioso, humildemente montado en un asno, en la cría de un animal de carga. Va a suprimir de Efraín los carros de combate y la caballería de Jerusalén; va a destruir las armas bélicas y a promulgar la paz a las naciones. Dominará de mar a mar, y del Gran Río al confín de la tierra.
Palabra del Señor.
Salmo Responsorial: Salmo 144
R/. Tú, Dios mío, das la victoria a tu ungido.
- Te ensalzaré, Dios mío, mi rey; bendeciré tu nombre por siempre jamás. Día tras día te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás. R/.
- El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. R/.
- Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas. R/.
- El Señor es fiel a sus palabras, bondadoso en todas sus acciones. El Señor sostiene a los que van a caer, endereza a los que ya se doblan. R/.
♰ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 11, 25-30 ♰
En cierta ocasión dijo Jesús: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque si ocultaste estas cosas a los sabios y a los entendidos, las revelaste a los pequeños. Sí, Padre, porque así tuviste a bien disponerlo. Todo me lo entregó mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Vengan a mí todos los que están rendidos y agobiados, que yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es llevadero y mi carga liviana”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Jesús convoca, Jesús llama, y lo hace con un propósito: anunciar el reino de Dios. Esta es una gran misión porque, sin duda alguna, todas las personas que han aprendido algo de Él, de sus enseñanzas, de esos momentos de vivencia personal, pues, lo que el Señor quiere es que lo compartamos, que vayamos a nuestras gentes, a nuestras familias. El Señor siempre quiere que las bendiciones que uno recibe no las guarde, sino que uno las comparta; y no es compartir solamente “cosas” de Dios, sino que hay que aprender a compartir el proyecto de Dios, el sueño de Dios que es para todos.
Es compartir la alegría de su amor, su gracia, su bendición; compartir que todos tenemos que ser unidos, donde no haya discriminación; que tenemos que aprender a compartir los dones y los bienes que cada uno tiene, que a nadie le falte nada. Estamos viviendo un momento difícil en todo el mundo, y yo creo que es muy importante que, todas las estructuras que vamos a encontrarnos, todo aquello que va en contra del proyecto de Dios, por el egoísmo, por sentimientos perversos, tenemos que unirnos. Jesús nos llama a anunciar su Evangelio y aquí la pregunta es: ¿lo vas a hacer?
Desde luego que produce miedo; sólo podemos cumplir con el mandato del Señor si estamos unidos y convencidos plenamente de Él. No te quedes con los brazos cruzados y empieza ya por los tuyos, por tus hijos, por tus vecinos y comparte todo lo que tienes, tu alegría; hay que compartir la paz, hay que compartir tus dones. Así que, ánimo porque los tuyos te esperan. María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y te acompañe siempre. Un abrazo fuerte, feliz domingo y feliz semana.
Es compartir la alegría de su amor, su gracia, su bendición; compartir que todos tenemos que ser unidos, donde no haya discriminación; que tenemos que aprender a compartir los dones y los bienes que cada uno tiene, que a nadie le falte nada. Estamos viviendo un momento difícil en todo el mundo, y yo creo que es muy importante que, todas las estructuras que vamos a encontrarnos, todo aquello que va en contra del proyecto de Dios, por el egoísmo, por sentimientos perversos, tenemos que unirnos. Jesús nos llama a anunciar su Evangelio y aquí la pregunta es: ¿lo vas a hacer?
Desde luego que produce miedo; sólo podemos cumplir con el mandato del Señor si estamos unidos y convencidos plenamente de Él. No te quedes con los brazos cruzados y empieza ya por los tuyos, por tus hijos, por tus vecinos y comparte todo lo que tienes, tu alegría; hay que compartir la paz, hay que compartir tus dones. Así que, ánimo porque los tuyos te esperan. María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y te acompañe siempre. Un abrazo fuerte, feliz domingo y feliz semana.
Padre Manuel Penagos