Listen to "Ep. 123 | AGO:08:2020 Santo Domingo de Guzmán" on Spreaker. ♰ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 17, 14-20 ♰
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un hombre, que le dijo de rodillas: “Señor, ten compasión de mi hijo que tiene epilepsia y le dan ataques: muchas veces se cae en el fuego o en el agua. Se lo he traído a tus discípulos, y no han sido capaces de curarlo”. Jesús contestó: “¡Generación perversa e infiel! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? Tráiganmelo”. Jesús increpó al demonio, y salió; en aquel momento se curó el niño.
Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron aparte: “¿Y por qué no pudimos echarlo nosotros?”. Les contestó: “Por su poca fe. Les aseguro que, si fuera su fe como un grano de mostaza, le dirían a aquella montaña que viniera aquí, y vendría. Nada les sería imposible”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Llama la atención en la imagen del Evangelio del día de hoy, en la creatividad, en el ir más allá, en el ver los personajes que aquel padre de familia se puso de rodillas. Mira de qué manera el desespero, el dolor, la necesidad, llevan a este padre de familia a ponerse delante de un hombre -del Hijo de Dios- para pedir algo, para pedir l salud de su hijo a quien ama. Él mismo lo llevó a los discípulos pero ellos no pudieron curar al muchacho.
Y luego va, se acerca al Señor y cae de rodillas ante Él, no hay vergüenza aquí, no le importa lo que digan de él; únicamente busca el bien de aquel a quien ama. ¿Acaso una mamá, un papá no hacen eso? Cuántas mamás, cuántas familias no han tenido que salir a pedir limosna para llevar un bocado a su casa. Y Jesús conoce aquel amor que brota del corazón de este hombre porque es un amor fuerte; y cuando el Señor identifica ese amor fuerte, la fe se activa y vienen los milagros. Los discípulos no entendían en qué habían fallado; yo creo que se acostumbraron a hacer milagros. No identifican la fe de la gente o el amor de la gente; por eso el señor les dice “porque ustedes no tienen fe”.
La fe, aunque es un don de Dios, debe crecer, debe fortalecerse con la oración nuestra; es como ir al gimnasio a levantar las pesas una y otra vez, y nuestros músculos se van desarrollando. La fe debe ejercitarse, debe ponerse a prueba, debe alimentarse; si nos conformamos con la fe que teníamos a los diez años cuando hicimos la primera comunión, es lógico que nuestro músculo espiritual esté raquítico. Te invito a hacer ejercicio en la fe. Un abrazo. María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y te acompañe siempre. Un abrazo fuerte.