Reflexión del Día - Agosto 05 de 2020

Listen to "Ep. 120 | AGO:05:2020 Miércoles 18ª Semana del Tiempo Ordinario" on Spreaker.

♰ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Mateo 15, 1-2. 10-14 ♰

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y escribas de Jerusalén y le preguntaron: ¿Por qué tus discípulos desprecian la tradición de nuestros mayores y no se lavan las manos antes de comer?”. Y, llamando a la gente, les dijo: “Escuchen y entiendan: no mancha al hombre lo que entra por la boca, sino lo que sale de la boca, eso es lo que mancha al hombre”. Se acercaron los discípulos y le dijeron: “¿Sabes que los fariseos se han escandalizado al oírte?”. Respondió Él: “La planta que no haya plantado mi Padre del cielo será arrancada de raíz. Déjenlos, son ciegos, guías de ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo”.
Palabra del Señor.

Reflexión

En esta oportunidad quisiera que pudiéramos tener tres actitudes junto a la palabra que hoy nos enseña. Número uno, la intercesión. Esa mujer pagana que se acerca a Jesús, una mujer que estaba muy preocupada por el sufrimiento de su hija -porque es lo más valioso que tiene- fíjate solamente en la actitud de ella, de acercarse al Señor a pedir por otro. Seguro que tu oración tiene mucho de esto; pedir por la gente que queremos, por la gente que tenemos cerca, por la gente que uno ama, eso se llama intercesión. Y es una oración muy fuerte porque la motivación es el amor; así que, nunca desconfíes o dudes del poder de la intercesión. Para ti mamá, papá, para ti querido amigo, amiga, que oras por otros, Dios siempre escucha esa súplica confiada; nunca te canses de pedir por los demás.

Número dos, hay que aprender a postrarse. Hoy el Evangelio nos narra que esta mujer se postró; creo que muchas veces en nuestra oración nos falta eso, nos falta más rodilla ante Jesús. Y aquí hablo en término claro, la humildad, y no estamos hablando de la actitud física, sino esa actitud de postrarnos espiritualmente; quien se postra reconoce que tiene delante algo grande, quien se postra es humilde y reconoce que sólo no puede; quien se postra aprende a confiar.

Número tres, perseverancia. Esta mujer gritaba, pero más que perseverancia tenía fidelidad, porque la perseverancia puede caer en monotonía; la fidelidad es creativa. Y le gritaba a Jesús “ten piedad de mí”, no se callaba; pero no imponiendo, sino insistiendo. Y la súplica de esta mujer estaba llena de perseverancia, de fidelidad; es algo que tenemos que imitar, no cansarnos de orar. A veces no vemos frutos y bajamos los brazos; pensemos que Dios no nos escucha, que no puede obrar en nuestras vidas y desconocemos lo que Dios puede hacer. A veces se puede presentar como sordo, pero Dios permite todo esto para que mi fe persevere; aunque no veas resultados, aunque parezca que Dios no te escucha, te invito a perseverar y a ser fiel.

Recuerda a Santa Mónica con su hijo; esa oración de veintiocho años por la conversión de su hijo. Y qué lindo poder escuchar las palabras del Señor “que grande es tu fe mujer, qué grande es tu fe querido varón, qué grande es tu fe”. María, auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y te acompañe siempre. Un abrazo.
Padre Manuel Penagos
Publicado el 4 Ago, 2020
¡Meditemos!
Agradezco que estés aquí porque
este proyecto no sería nada sin ti.

Padre Manuel Penagos

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