Reflexión del Día - Abril 21 de 2020
Listen to "Ep. 14 | ABR:21:2020 San Conrado de Parzham" on Spreaker.
♰ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Juan 3:7-15 ♰
Jesús dijo a Nicodemo: “Ustedes tienen que renacer de lo alto. El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu”. “¿Cómo es posible todo esto?”, le volvió a preguntar Nicodemo. Jesús le respondió: “¿Tú, que eres maestro en Israel, no sabes estas cosas? Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio.
Si no creen cuando les hablo de las cosas de la tierra, ¿cómo creerán cuando les hable de las cosas del cielo? Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo. De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en Él tengan Vida eterna”.
Si no creen cuando les hablo de las cosas de la tierra, ¿cómo creerán cuando les hable de las cosas del cielo? Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo. De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en Él tengan Vida eterna”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Estos días hemos escuchado el capítulo 3 de Juan, el encuentro de Jesús con Nicodemo. Es bastante impactante y sorprendente lo que Jesús dice: -te aseguro: tienes que nacer de lo alto-, y ante la incomprensión de Nicodemo Jesús le dice: -hablamos y damos testimonio de lo que hemos visto pero ustedes lo rechazan- y dice una cuestión bastante fundamental: -el Hijo del hombre tiene que ser levantado en alto para que todo el que crea en Él tenga vida eterna-. Qué maravilloso, el Señor está cerca de nosotros; se acerca a ti, se acerca a mí, para darnos vida en abundancia, para liberarnos de nuestros miedos, de nuestras estructuras que muchas veces impiden su obrar en nosotros. Nacer de nuevo, creer en el Hijo del hombre: esa es nuestra tarea.
En ese tiempo que estamos viviendo, que nos tocó vivir confinados en casa, te invito a poner la mirada en Jesús muerto y resucitado, te invito a que te sumerjas en el corazón traspasado del Señor, te invito a que te dejes purificar, a quel Él te aumente la fe; te invito a que creas en Él para que tengas vida eterna, te invito a mirarlo, a contemplarlo, a que te dejes mirar por el Señor y te invito a que te dejes que Él te hable y que tú le escuches. Es el Señor que se sigue manifestando, que sigue regalando vida eterna en cada situación, en cada circunstancia de nuestra vida, inclusive, en este momento de pandemia.
Yo me pregunto si seremos capaces de dejar de mirar nuestro teléfono, nuestro querer, nuestra vida, para levantar la mirada hacia Él; ¿seremos capaces de creer y creerle? O por el contrario, cuántas veces más seguiremos rechazando su testimonio, privándonos de renacer de Él y te invito a que digas conmigo, con mucha fe: Señor Jesús, como Nicodemo, quiero acercarme a Ti; quiero creer que Tú puedes hacerme nacer de nuevo. Señor, aumenta mi fe para que yo pueda verte, para que yo pueda contemplarte y reconocerte en cada acontecimiento de mi vida. María, auxilio de los cristianos ruega por nosotros.
La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ti y te acompañe siempre. Antes de terminar, quiero dar un pequeño aviso: esto construyendo una página web bonita, con la ayuda de un gran amigo, de Sebastián Betancourt que me ha ayudado mucho en ello y dentro de poco les daré la la gran alegría de poder servirles mejor, con lo mejor que podamos para llevar el Evangelio y poder llegar a las personas que pronto pues no pueden escuchar pero lo pueden leer; estamos trabajando en eso y seguramente más adelante estaremos llevando el Evangelio en italiano, si Dios lo permite. Un abrazo fuerte.
En ese tiempo que estamos viviendo, que nos tocó vivir confinados en casa, te invito a poner la mirada en Jesús muerto y resucitado, te invito a que te sumerjas en el corazón traspasado del Señor, te invito a que te dejes purificar, a quel Él te aumente la fe; te invito a que creas en Él para que tengas vida eterna, te invito a mirarlo, a contemplarlo, a que te dejes mirar por el Señor y te invito a que te dejes que Él te hable y que tú le escuches. Es el Señor que se sigue manifestando, que sigue regalando vida eterna en cada situación, en cada circunstancia de nuestra vida, inclusive, en este momento de pandemia.
Yo me pregunto si seremos capaces de dejar de mirar nuestro teléfono, nuestro querer, nuestra vida, para levantar la mirada hacia Él; ¿seremos capaces de creer y creerle? O por el contrario, cuántas veces más seguiremos rechazando su testimonio, privándonos de renacer de Él y te invito a que digas conmigo, con mucha fe: Señor Jesús, como Nicodemo, quiero acercarme a Ti; quiero creer que Tú puedes hacerme nacer de nuevo. Señor, aumenta mi fe para que yo pueda verte, para que yo pueda contemplarte y reconocerte en cada acontecimiento de mi vida. María, auxilio de los cristianos ruega por nosotros.
La bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ti y te acompañe siempre. Antes de terminar, quiero dar un pequeño aviso: esto construyendo una página web bonita, con la ayuda de un gran amigo, de Sebastián Betancourt que me ha ayudado mucho en ello y dentro de poco les daré la la gran alegría de poder servirles mejor, con lo mejor que podamos para llevar el Evangelio y poder llegar a las personas que pronto pues no pueden escuchar pero lo pueden leer; estamos trabajando en eso y seguramente más adelante estaremos llevando el Evangelio en italiano, si Dios lo permite. Un abrazo fuerte.
Padre Manuel Penagos